Como reza el pie de foto, esta instantánea refleja el momento de la inauguración de las obras del Puerto de La Luz en Las Palmas de Gran Canaria el día 26 de febrero de 1883.
El cartel lo dice todo: God bless our work. Dios bendiga nuestro trabajo, en inglés. Para Gran Canaria, una isla, el puerto es una infraestructura estratégica, vital, y el cartel que anuncia el inicio de las obras está en inglés.
¿Alguna duda sobre la importancia de los británicos en Canarias y de que compartimos un mismo espacio geográfico?
La fecha no es casual. Coinciden dos hechos históricos que van a abrir un periodo de esplendor en las relaciones canario-británicas. Por un lado, estamos en la 2ª Revolución Industrial (Gran Capitalismo) y Gran Bretaña, cuna de la 1ª Revolución Industrial y núcelo central en la 2ª, estaba en pleno apogeo expansivo por el mundo. Por otro lado, en 1852 el ministro Juan Bravo Murillo aprueba la importantísima Ley de Puertos Francos de Canarias que cansagra la libertad comercial para Canarias.
Los puertos de Canarias, Archipiélago entre tres continentes, se van a convertir en estaciones fundamentales para la expansión británica. Los británicos van a traer a Canarias muchos de los avances de la Revolución Industrial: luz, telefonía, tranvía, barcos de vapor, ...
Asi, decía José Mateo Díaz, convencido puertofranquista, en 1934: Si no fuera por los ingleses, Canarias sería hoy siete corrales de cabras.
No le faltaba razón: Gran Bretaña trajo a Canarias lo que España (pais de la periferia industrial) no podía en aquellos momentos.
Gran Bretaña facilitó que Canarias fuera, una vez más, avanzadilla de la modernidad.
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